jueves, 1 de agosto de 2013

22.- Un mazazo

- Así que aquí estamos, al fin, frente a frente...
- Cállate, gilipollas. Te acabo de pillar "in franganti", así que nada de frente a frente, tú calladito, y responde solo cuando yo te pregunte...

Morales no mostraba sorpresa. "Haciéndose el duro", pensaba Gutiérrez, porque suponía que debía de estar acojonado. Atrapado en pleno acto delictivo, un pánfilo como Morales...

- ¿Cómo me has descubierto?
- Que te calles, joder -le intimidó Gutiérrez. - ¿Qué te creías, que no te iba a descubrir? ¿A qué jugabas, panoli? ¿Pensabas que no iba a sospechar de ti porque eras mi ayudante? No me toques las narices, chaval...

Morales sonreía, esa sonrisa despreocupada que a Gutiérrez, cuando la veía en los delincuentes, le sacaba de quicio.

- Eres un estúpido, Gutiérrez, lo has sido siempre. Has estado siguiéndome, ¿verdad? Bueno, ¿y qué? ¿Piensas que no sabía que ibas a terminar por caer en la cuenta? Eres tonto, Gutiérrez, muy tonto, pero al final te lo he puesto tan fácil...
- ¿Qué quieres, Morales?

Morales se mordió el labio inferior. Gutiérrez sacó de su chaqueta un paquete de cigarrillos y encendió uno...

- Fumando hasta el último momento, ¿eh?
- ¿Qué ultimo momento ni hostias? Quedas detenido, Morales, por un puñado de asesinatos... -dijo Gutiérrez, pero no se movió del sillón de cuero, pulcro y cómodo, que ocupaba.

Morales rió de buena gana.

- Venga, necio, detenme. No has avisado a nadie en comisaría, ¿verdad? Claro, un trabajo discreto, se trataba de cazar a tu ayudante, y por tu ayudante pasan todos tus asuntos, ¿eh? Estamos tú y yo, inútil...

Morales echó mano al bolsillo de su chaqueta. "El cuchillo", pensó Gutiérrez. "El mismo que iba a utilizar para matar al abogado". Sin embargo, permaneció inamovible. Iba Morales a avanzar a dirección a Gutiérrez, no obstante, cuando algo le golpeó en la cabeza con tal fuerza que le hizo caer de bruces, inconsciente, sangrando por una oreja.

- Joder, Mel -suspiró entonces Gutiérrez. - Un poco más y dejas que me clave la punta del cuchillo en el pecho.
- Todo controlado, señor Comisario. Es que estaba interesante la conversación, creo que la voy a transcribir tal cual en mi próxima novela...
- ¿Intere... qué? Venga, Mel, no me jodas -Gutiérrez se abrió de brazos y miró al cielo con gesto teatral. - Pero, ¿es que no voy a poder contar nunca con un ayudante decente?

No hay comentarios:

Publicar un comentario