martes, 5 de septiembre de 2023

95.- El agente

    - ¿Que si tenía enemigos? ¿Me está preguntando si tenía enemigos? ¡Pues claro que tenía enemigos, joder! ¡A montones! Era un escritor de éxito...

    Gutiérrez le dio una buena calada al cigarrillo. El agente literario de Plenilunio era locuaz y desagradable, tal y como era de esperar.

    - ¿Algún nombre en particular?
    - ¿Quiere que le diga el nombre del asesino? Créame, comisario, si lo supiera se lo diría. Pero podría ser cualquiera. Hay cada loco por ahí suelto... Y una cosa es rajar en redes, ¿sabe?, y otra pasar a la acción. Eso ya es de desequilibrados. Pero de desequilibrados está el mundo lleno, últimamente.

    Gutiérrez aspiró otra calada.

    - ¿Quién gana con la muerte de Plenilunio?
    - Yo no, desde luego. Joder, con Plenilunio muerto la novela va a hacer historia, se va a vender como churros...
    - ¿Entonces?
    - Pues que yo contaba con publicar, al menos, una decena más. No necesitábamos un éxito refulgente. Se gana más dinero perdurando...
    - Comprendo.
    - Así que si quiere revisar las redes sociales le puedo dar acceso...

    Gutiérrez carraspeó antes de encenderse otro.

    - Sí, bueno, ya están mis ayudantes en ello, se pondrán en contacto con usted. ¿Y a quién van los beneficios del escritor tras su muerte?
    - ¿La herencia? Pues ni idea... A su hijo, supongo.
    - ¿El hijo? Pensé que no se llevaban muy bien...
    - Bueno, eso es parte de una larga historia...
    - Cuanto antes la empiece, antes terminaremos. Adelante.